Cómo crear fotos de producto bonitas con pocos recursos

Al empezar a vender online, es habitual que las fotos de producto nos inspiren algo de respeto. Y es que todos sabemos que, en Internet, la primera impresión es la que cuenta. Cualquier tienda online dispone de tan sólo unos pocos segundos para seducir y convencer a un usuario de que se quede y siga navegando, y uno de los parámetros que entran en juego en este momento clave es la calidad y atractivo de las imágenes empleadas. Pero que no cunda el pánico: aunque no seas un experto fotógrafo ni cuentes con un equipo fotográfico de primera, puedes crear fotos de producto bonitas con pocos recursos. Hoy compartimos contigo algunos trucos que pueden ayudarte a crear fotos de producto para recordar.

Uno de tus mayores aliados a la hora de crear fotos de producto bonitas no es una gran cámara, ni unos focos LED enormes, ni un estilismo muy elaborado, sino algo tan sencillo como la luz natural. Y es que la luz natural, además de iluminar los objetos fotografiados con una transparencia sin igual y conseguir que se perciban a la perfección todos sus detalles, aporta una sensación diáfana, limpia y cálida a cualquier imagen. Para hacer fotos de producto con luz natural no necesitas un ventanal acristalado que vaya del techo al suelo: te basta con encontrar el lugar de tu casa, estudio o despacho por donde entre más luz natural, ¡y apoderarte de él a la hora adecuada! Casi todas las casas se bañan de luz a una hora determinada del día; determina cuál es ese momento y monta tu pequeño set de fotografía casero sobre una mesa cerca de ese foco de luz. ¡El resto es pan comido!

No te asustes: no vamos a hablarte de reflectores y difusores fotográficos o profesionales, sino de material para manualidades y objetos de tu casa que puedes usar con esa finalidad. Los reflectores sirven para capturar el máximo de luz natural posible y hacerla rebotar sobre el objeto a fotografiar, y los difusores sirven para difundir la luz y hacerla homogénea, para que caiga como un velo sobre el objeto y evitar sombras y contrastes marcados. Lo que quizá no sabías es que todo eso puedes conseguirlo con una inversión nula o mínima. Para conseguir reflectores caseros, usa láminas de porexpán, folios blancos, cartulinas blancas, cartones forrados con papel de aluminio u otros objetos con superficie blanca que tengas en casa. Para obtener difusores caseros, te bastan telas blancas o cortinas, ¡incluso las que ya tienes puestas en la ventana en cuestión! Una vez tengas esos objetos, asegúrate de situar los reflectores alrededor del objeto a iluminar y opuestos al foco de luz, y los difusores entre el foco de luz y el objeto a iluminar.

Seguro que tienes en mente un montón de fotos de producto vintage o románticas súper bonitas en las que el producto se muestra sobre un fondo de madera… y seguro que más de una vez te has dicho que algún día tendrías una mesa de madera como esa para poder hacer fotos así. ¡Pues no hace falta! En Internet encontrarás texturas de tablas de madera de todos los estilos para descargar gratis. Sólo tienes que imprimirlas en láminas grandes, situar sobre ellas el objeto a fotografiar, y encuadrar tus fotos evitando que se vean los extremos de la lámina. Luego guardas tu lámina de tablas de madera y la puedes usar tantas veces como quieras. Este truco es, por supuesto, válido para cualquier fondo o textura. 

Aparte de algunas reglas básicas de la composición, como la regla de los tercios, algo que te va a ayudar a llevar tus fotos de producto al siguiente nivel es el estilismo. Una foto de producto puede ser la noche o el día según dispongas el objeto central y los elementos que la acompañen. Algunas ideas a recordar son:

• Da al objeto central el máximo protagonismo: no lo acompañes de otros objetos que puedan dar lugar a confusión sobre qué objeto es el protagonista de la foto.
• Deja aire entre el objeto central y el cuadro de la foto: no llenes toda la foto con el objeto central ni con otros objetos con mucha presencia; asegúrate de que tu objeto central esta más o menos aislado y de que hay espacio vacío a su alrededor. Con ello conseguirás que sus características se aprecien mejor de un vistazo.
• Usa un ensalzador para tu objeto central: sitúa el producto sobre algún objeto que permita elevarlo o hacerlo destacar sobre todo lo que aparezca en la foto. Por ejemplo, un marco de fotos, o una letra de madera, o una tabla de cocina… Hay muchas opciones y todas están ya en tu casa.
• Combina adecuadamente los colores: el objeto central, el ensalzador, los objetos de atrezzo y el fondo tienen que estar conjuntados siguiendo alguna técnica que dé buenos resultados. Los colores que combinan bien son los distintos tonos del mismo color, los colores análogos entre sí (del mismo tipo: fríos/calientes) y los colores complementarios. 

Un recurso que puede ayudarte mucho a centrar la atención sobre el objeto central en una foto de producto es la dicotomía enfoque-desenfoque. Es un recurso bastante manido, y no es para menos porque queda genial y es muy útil… ¿Pero cómo se hace? Si tienes una cámara réflex, podrás conseguir una menor profundidad de campo –lo que necesitas para enfocar sólo el objeto de interés – manipulando la distancia focal y la apertura de tu cámara. Pero aunque tengas una cámara compacta, ¡también puedes conseguirlo! La manera más fácil es utilizar las funciones automáticas de retrato, primer plano o cocina, que enfocan el objeto más sobresaliente de la foto desenfocando el resto, y con un resultado tan bueno que te sorprenderá.