¿Qué es la trazabilidad?

Al hablar de trazabilidad, debemos diferenciar entre la trazabilidad que podríamos llamar logística y, en un plano más conceptual, la trazabilidad de producto. Veamos cuáles son las características de cada una y cómo nos afectan. 

Con este término hacemos referencia a la capacidad que ofrece el eCommerce para hacer el seguimiento de un pedido por parte del usuario de manera proactiva y reactiva. 

 Habitualmente, lo que se hace es entregar al cliente un código de tracking o seguimiento que puede introducir en un portal. Ese portal puede ser del mismo eCommerce o de la empresa de transportes. Allí el cliente puede ir viendo casi en tiempo real la evolución de su entrega y los hitos por los que va pasando, desde el almacén hasta su punto de destino. 

 También hay algunos elementos pasivos en el proceso, como el envío de emails transaccionales y SMS de estatus que recibe el cliente sin tener que hacer una solicitud de actualización. 

Con un consumidor cada vez más formado y concienciado que, además, cuenta con un enorme catálogo de productos y comercios que comparar, la procedencia de cada artículo es relevante e, incluso, una ventaja diferencial. 

 Hay un perfil de cliente que exige conocer el origen del producto de una manera lo más certificada posible. Saber dónde y cómo se fabrica, cuáles son los procesos y si están alineados con su actitud ética de consumo o sus estándares mínimos aceptables de calidad. 

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