Alteraciones en Google: cuando los rankings se vuelven locos

Vamos a ver, lo primero que hay que dejar claro es que esto no es ninguna novedad. Google y el resto de los motores de búsqueda se pasan la vida tocando su algoritmo para tratar de ajustar al máximo la relevancia de sus resultados. 

El resultado de estos ajustes es que las SERPs (también conocidas como hojas de resultados) se vuelven volátiles e inestables mientras se van acoplando. 

No nos podemos olvidar del hecho que Google es una empresa privada y que su negocio son las búsquedas (en realidad la publicidad que aparece en ellas), no tienen que darnos ninguna explicación y tienen total libertad para cambiar las reglas del juego. 

¿Molesta? ¿Puede suponer un problema grave incluso para la viabilidad de una empresa? Evidentemente, y su praxis no es la mejor, pero no te olvides que nosotros como sitios web no somos su cliente, si me apuras estamos más cerca de ser su producto porque siempre nos quedará pagar.

Ya sabes que también nos referimos al SEO como posicionamiento orgánico ¿verdad? Si atendemos a la definición de orgánico o natural. Pues los cambios algorítmicos lo que buscan es preservar esa naturalidad. 

Cuando hacemos SEO, a los ojos de Google, en gran medida lo que estamos buscando es alterar el orden orgánico de los resultados y eso no les gusta nada en Mountain View. 

Si conoces un poco sobre el tema, sabrás que Google ha ido sacando a la luz algunos filtros con la intención de penalizar a aquellos usuarios que intentan sacar partido de las vulnerabilidades del software. Son los que más impacto tuvieron: 

• Panda: surgió como un filtro que persiguió el contenido duplicado y de baja calidad. De este modo las páginas que creaban URLs diferentes con un contenido prácticamente idéntico sólo para posicionar cayeron en sus rankings.

• Penguin: como Google utiliza los enlaces externos que recibe una página como señales de autoridad, decidieron poner un poco de orden y penalizar aquellas páginas que estaban forzando la obtención de estos links.

• Fred: otra actualización que perseguía el contenido de escasa calidad y los textos generados de forma automática. Este update es bastante similar a Panda pero pone el foco en la calidad. 

Con el tiempo, filtros como el Panda y el Pingüino se acaban integrando dentro del core del algoritmo y actúan de una manera más eficiente y dejan de verse picos como ocurre cuando se libera un update. 

Además de estos reconocidos por Google, se producen otros de los que no dicen gran cosa pero que tienen un efecto. Este es el caso, por ejemplo, de los llamados Phantom Updates de los que no dieron ninguna explicación. 

Algunas veces también se da el caso de actualizaciones que van orientadas a nichos y áreas de actividad concretas en las que hay un alto índice de SPAM. Un caso de esto es el llamado Payday Loan (ojo que ya va por su versión 3.0) y afecta a páginas que intentan posicionar con técnicas black hat palabras relacionadas con el juego, determinados medicamentos como la Viagra o sitios de contenido pornográfico.

Para no perder la costumbre podemos decir que Google ha sido bastante opaco y, cuando se les pregunta, se ciñen a las buenas prácticas. 

Por lo que la comunidad SEO ha podido inferir contrastando diferentes proyectos, parece que los “agraciados” han sido básicamente algunos sectores como el de la salud y el financiero. 

Durante esta fase de investigación han sonado mucho dos acrónimos que se encuentran precisamente en las guidelines de Google: 

• YMYL (Your Money or Your Life): aquellas páginas que pueden afectar a la salud o la felicidad del usuario (temáticas relacionadas con “tu dinero o tu vida”). Aquí englobamos por un lado servicios financieros, préstamos, inversiones… y por otro, la vertiente sanitaria.

• EAT (Epertise Authoritativeness and Trustworthiness): Páginas que tienen una gran autoridad a la hora de generar contenido sobre cualquier tema, pero especialmente en los casos de páginas YMYL. 

La conjunción de ambos aspectos hace que las páginas englobadas en las categorías YMYL que no cuentan con un buen EAT hayan sufrido grandes caídas. Suena un poco a trabalenguas pero se entiende.

Si tu negocio tiene una alta dependencia del SEO te vas a dar cuenta en cuanto se liberen. Antes es imposible porque no avisan. 

Por lo general, cuando monitorizas tus rankings, notas bruscas alteraciones en los resultados. Esto no siempre ocurre por un update, puede que simplemente haya entrado un competidor muy fuerte en tu nicho. Una buena forma de tener al menos una primera idea es consultar Mozcast, una herramienta muy sencilla de Moz que, como si del pronóstico del tiempo se tratase, te muestra los registros de los últimos 30 días.

No es que la información sea muy extensa, pero te ayuda a detectar si la tendencia es global o es otro factor que te afecta solamente a ti. 

Otro buen indicador es el índice de visibilidad de la herramienta Sistrix. En este caso hablamos de un software de pago pero que suele publicar cualquier cambio significativo tanto en sus redes sociales como en su blog. Si tienes acceso al panel de control puedes medirte tanto a ti como a tus competidores para saber quienes son los ganadores y los perdedores.

Y la recomendación básica: entra en Twitter que es donde más se mueven los SEO y donde más fluye la información (aunque a veces despista un poco).

Imágenes | Fotolia, Sistrix y Moz.