Cómo afecta la nueva política de cookies al eCommerce

Los temas legales y de protección de datos siempre son densos y, a la mayoría de las personas, se nos hacen un poco cuesta arriba. Lo que pasa es que también son críticos para afrontar nuestra actividad online con garantías.

En los últimos años, hemos visto como entraba en vigor actualizaciones importantes en esta materia. Si llevas algún tiempo en esto, seguro que recuerdas el revuelo que causó en su momento la famosa RGPD (o GPDR).

Pues desde el 11 de enero de 2024 tenemos novedades que afectan, específicamente, a la gestión de cookies, que debes conocer y aplicar.

Aunque entendemos que ya lo sabes, merece la pena hacer un brevísimo recordatorio. Esto nos ayudará a entender mejor la dimensión del cambio regulatorio.

Básicamente, las cookies son breves fragmentos de código que se instalan en el navegador y recogen ciertos datos. Con ellos se puede personalizar la experiencia del visitante y, adicionalmente, sirven para ofrecer una mayor seguridad.

Existen varios tipos de cookies dependiendo de el objetivo de las mismas. Podemos diferenciar entre:

•  Cookies de funcionalidad: las que son necesarias para ofrecer el servicio al usuario durante una sesión (recordar ajustes y datos de acceso, por ejemplo).

• Cookies analíticas: se utilizan por programas como Google Analytics, para recoger información sobre el uso que se hace de la web y poder optimizar nuestra estrategia en base a datos reales. 

• Cookies de seguridad: su objetivo es ayudar a autentificar al usuario, evitar fraudes y abusos como el spam.

• Cookies publicitarias: son imprescindibles para las plataformas publicitarias, ya que les ayudan a identificar los intereses y el comportamiento de los usuarios. Se utilizan para decidir dónde se sirven los anuncios, pero también para acciones como el retargeting, que permite re-impactar a un usuario con un mensaje diferente sobre un producto en el que ha mostrado interés.

• Cookies de personalización: son las que se utilizan para crear una experiencia única para cada cliente, adaptando el contenido a sus intereses.

Resumiendo: estos tipos de cookies sirven, en el caso del eCommerce, por ejemplo, para recordar preferencias como el idioma en tiendas multilenguaje, los productos que se han agregado a un carrito durante una sesión o los datos de acceso cuando el usuario decide que se recuerden.

También para recuperar carritos abandonados, generar informes con analítica web, evitar fraudes, hacer recomendaciones de producto, mostrar nuestras campañas publicitarias…

Es sencillo darse cuenta de hasta qué punto es crítico el uso de las cookies en cualquier web, y, especialmente en una tienda online.

Como decíamos en la introducción, tanto los organismos comunitarios como los nacionales (la famosa Agencia Española de Protección de Datos), han ido volviéndose cada vez más rigurosos con la aplicación de su política de privacidad.

El cambio que nos ocupa, viene precisamente, de la actualización de la guía de cookies de la AEPD. Según dicha agencia, lo que se busca es que el usuario sea consciente de la relevancia de sus datos y tenga claro qué recogen las empresas y cuál es el uso que se hace, para que pueda decidir proactivamente y con pleno conocimiento, si quiere o no cederlos.

Una práctica que deja de ser aceptable es lo que se conoce como “muro de cookies”.

Se trata de una ventana emergente que bloquea el acceso al contenido, hasta que no se aceptan las cookies. Ahora mismo eso es ilegal, siempre que no se le de una alternativa al consentimiento del usuario no necesariamente gratuita.

Por eso, seguramente, hayas visto medios de comunicación con muro de cookies, que dan la opción de navegar sin cookies mediante una suscripción de pago, algo que no tiene sentido en el eCommerce, pero debes saberlo.

Lo más importante es que a partir de ahora cambia la forma de interactuar con los famosos avisos de cookies y va a exigir adaptarnos.

Algo que no hemos comentado aún y es relevante, es que no todas las cookies se ven afectadas por la nueva directriz.

Aquellas estrictamente funcionales y necesarias para la prestación del servicio, están exentas. Hablamos, por ejemplo, de las cookies de entrada de usuario, autenticación e inicio de sesión, cookies para reproductores multimedia, cookies de sesión para la personalización del interfaz….

¿Qué ocurre con el resto? Pues que debemos ofrecer a nuestros visitantes, un aviso interactivo que liste las cookies que utilizamos y le permita mediante un botón o un deslizador, seleccionar a cuáles da permiso y a cuáles no, incluyendo la posibilidad de rechazarlas todas.

No olvidemos que lo que se persigue es la mayor transparencia posible, con lo que debemos explicar de manera muy accesible, clara e inteligible:

•  Qué son las cookies.

• Cuáles se utilizan en nuestra tienda online.

• Identificar quién va a hacer uso de las mismas (si somos nosotros como editores o algún tercero).

• Información sobre el proceso de aceptación, denegación y revocación. Incluyendo la forma de gestionar estos permisos.

• Periodo de conservación de dichas cookies.

Por lo tanto, debemos actualizar el propio banner de cookies, así como la política de privacidad y configurar las cookies adecuadamente.

Insisto en algo muy importante: el consentimiento por parte del usuario, es la base del cumplimiento de la normativa. Olvídate de todo método que no implique la aceptación directa.

Recalcar que Estas obligaciones están recogidas en el apartado segundo del artículo 22 de la Ley 34/2002, de 11 de julio, de servicios de la sociedad de la información y de comercio electrónico, y se contemplan sanciones que pueden llegar a ser elevadas.