Como vender online en el extranjero (3)

Si en el primer post hablábamos sobre detalles básicos de la internacionalización del eCommerce, tales como la definición del público objetivo o la investigación del mercado, en el segundo post de la serie profundizábamos en la logística y la estrategia de precios a seguir.

Aún así, nos quedan varios temas importantes que tratar. A Continuación, vamos a explicarte la parte legal de una manera accesible y clara. Sé que no es el tema más atractivo, pero merece la pena ponerle un poco de atención, si no quieres verte en problemas que pueden comprometer seriamente la viabilidad de tu tienda online.

Aranceles, gestiones aduaneras, impuestos, tributaciones, protección de datos, regulación publicitaria, impuestos especiales…

Lo primero que te vamos a recomendar es que busques asesoría con un especialista y utilices herramientas de facturación adaptadas o radicadas en esa nación. Esta es la forma más segura de dar el salto hacia otros mercados que pueden ser muy complejos.

De todos modos, incluso si decides externalizar esta parte, es fundamental comprender el contexto. Primero, para evaluar si es realmente interesante para ti y, segundo, para tomar las mejores decisiones estratégicas.

Por ejemplo: imagina que vendes productos alimentarios, y tienes en tu catálogo los famosos Huevos Kinder o una versión similar. Si ese es tu producto estrella y quieres vender en E.E.U.U., tienes un serio problema; ya que son productos prohibidos por ley desde 1.938. La razón es que no se puede vender un producto comestible, que contenga otro que no lo sea, la multa es de 300$ por unidad exportada, así que… mejor pensar en otra cosa.

Pero hay muchísimos mas casos como los chicles en Taiwan (con sanciones para los vendedores de hasta 100.000 dólares), los productos transgénicos prohibidos radicalmente en Austria, la leche cruda en Canadá…

Y eso hablando sólo de alimentación, que es lo que hemos usado de ejemplo.

Evidentemente estamos ante marcos legales diferentes, lo que nos lleva a tomar decisiones de manera individualizada, dependiendo de cada área.

Como principal consejo, en el caso de ser tu primera experiencia en el eCommerce internacional, la recomendación es clara: empieza vendiendo en países que se encuentren dentro del Espacio Económico Europeo. No es sólo una cuestión de logística o de costes, también de normativas, a las que los estados miembros se acogen.

En el caso de España, hay diversas leyes que regulan el comercio electrónico, pero una de las más importantes 34/2002 de 11 de julio (LSSICE) incorpora al ordenamiento legal español, la directiva 2000/31/CE del Consejo y del Parlamento Europeo.

Esto es lo que ocurre con el resto de estados miembros de la Unión, que operan bajo este marco jurídico fundamental, orientado a eliminar los obstáculos a los servicios transfronterizos.

Esto implica que debemos observar algunas normas de transparencia para que los compradores sepan, de manera clara:

• Datos del comercio: razón social, domicilio, CIF o NIF (si eres autónomo), Inscripción en el registro…

• Política de devoluciones.

• Garantías.

• Responsabilidades.

• Vía de contacto válida, esencialmente el email.

Como ves, nada que no tengas ya resuelto si vendes a nivel nacional.

Después nos enfrentamos al aspecto fiscal, que en los últimos años se ha simplificado bastante para el caso de las operaciones intracomunitarias:

• Contarás con una moneda única, lo que simplifica notablemente el control del negocio, evitando el estar sujeto a cambios de divisas y fluctuaciones.

• Si vendes online a clientes de la Unión Europea, debes emitir facturas con IVA español hasta que alcances una facturación máxima de 10.000 euros. A partir de este tramo, tus facturas llevarán el IVA local del país de residencia de cada cliente.

• El IVA se liquida, o bien individualmente con arreglo a cada administración, o, más recomendable, dándose de alta en la ventanilla única (OSS).

Y un tercer asunto que debes tener más que cubierto, porque todo se está volviendo más restrictivo, es el del almacenamiento y uso de los datos de tus clientes.

Desde la entrada en vigor de la RGPD europea, debes cumplir escrupulosamente con la ley de protección de datos. Las normas están muy claras y las sanciones también. Esto es algo similar a lo que ocurre con la política de cookies.

Ya te comentaba que, a no ser que tengas muy clara la oportunidad de negocio, es preferible que dejes esta aventura para más adelante y escales el negocio de manera progresiva. No solo por lo complicado a nivel burocrático que es vender en América del norte y, no te quiero contar, en según que partes de Asia, también por una cuestión de costes y márgenes.

Es probable que gran parte del margen se pierda en envíos, logística y demás, porque, tenlo en cuenta, vas a necesitar ampliar tu infraestructura.

En el próximo post de esta serie hablaremos sobre cómo adecuar la tienda para vender online en el extranjero y cómo segmentar tus campañas, para cerrar esta pequeña, pero práctica guía.