5 maneras originales de fomentar las ventas de tu tienda en septiembre

Ya ha pasado el verano, diga el calendario lo que diga. La gente se va olvidando de las vacaciones y, poco a poco, va regresando a la rutina. Es el momento de empezar el curso con buen pie y reactivar la actividad que, en mayor o menor medida, seguramente ha ido a menos durante el mes de agosto.

Incentivar las ventas de tu tienda en septiembre puede ser un poco duro. Mucho más si tenemos en cuenta que es probable que, durante los meses inmediatamente anteriores, los usuarios se hayan gastado siempre más de la cuenta y estén esperando los cargos de la tarjeta de crédito o los gastos extra asociados al inicio del nuevo curso.

Efectivamente: estamos ante un periodo estacionalmente bajo en lo que a los negocios se refiere. Eso no quiere decir que vayamos a resignarnos a nuestra suerte y esperar hasta el Black Friday a ver qué pasa. Nada de eso: vamos a tomar las riendas de la situación con estas 5 maneras de fomentar las ventas en septiembre, que además son de lo más original.

Cuando volvemos de las vacaciones, nos solemos replantear nuestra vida durante las siguientes semanas. Estamos un tanto más sensibles, y eso nos abre la puerta a uno de los drivers de compra que mejor funcionan para los Millennials y los miembros de la Generación X: la nostalgia.

Plantea promociones y acciones en las que tu tienda se convierta en un refugio que nos saque de la perspectiva del invierno que está a la vuelta de la esquina, un oasis que reconecte con momentos felices y positivos (no hay nada más idealizado que la infancia y la primera juventud).

Ya hemos comentado que, para las familias y los usuarios, septiembre es un mes complicado económicamente hablando. En muchos casos, los clientes potenciales se hacen el propósito de no comprar en unas semanas nada más que lo imprescindible.

Para evitar esa “ceguera autoinducida”, siempre contamos con el escaparatismo y el visual merchandising… pero tenemos que jugar bien nuestras cartas. El escaparate tiene que ser muy atractivo y destacar una serie de productos que resulten interesantes para los usuarios en relación calidad-precio.

Dándole a esto una continuidad dentro de la tienda, conseguiremos fomentar la rotación en el interior del establecimiento y la compra por impulso: “Total, es muy barato”.

¿A quién no le gustan los saraos? En periodos en los que la predisposición a la compra es baja, lo mejor es desligar la acción de acercarse a una tienda del hecho de la compra. Los eventos tienen un aire lúdico, los clientes acceden a la tienda más como una forma de ocio que con la intención de comprar.

Una vez que hemos conseguido concentrar al público en la tienda y los mecanismos de retención funcionan gracias a una propuesta atractiva, ocurre una circunstancia interesante: las personas no solo se desinhiben y se desprenden de posibles frenos, sino que también se activa un principio psicológico de reciprocidad que incita a la compra (están haciendo algo por mí, así que yo debería hacer algo a cambio).

En una línea similar a la de los eventos, te planteamos que organices acciones que puedan complementar e incentivar las ventas de tu tienda sin ser acciones de venta directa.

La idea es que captes a los clientes potenciales a través de formación o inspiración. Las personas que acudan a tu tienda lo harán atraídas por uno de estos dos factores; y, una vez en el interior, lo que obtienen les lleva de manera indirecta a la compra.

No nos engañemos: nada fomenta más las compras de tu tienda en septiembre –o en cualquier otro ciclo bajo de consumo– que las ofertas.

Lo que te proponemos es que te salgas de lo establecido y juegues con la ilusión como incentivo. Saber que tienes un 15% de descuento en pantalones es interesante, pero no lo podríamos calificar como emocionante. La idea es que el cliente sepa que le corresponde una oferta especial, pero que no lo descubra hasta el último momento.

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