4 ejemplos de llamadas a la acción que convierten

El botón de llamada a la acción o CTA (del inglés Call To Action) es el elemento en tu creatividad que invita al usuario a pasar a la acción. Dicho de otro modo: es el elemento que invita a la conversión, ya sea una compra, un registro o una descarga. Pero las llamadas a la acción de tu tienda no pueden decir “Pincha aquí” y quedarse tan anchas. Hay que darles un poco de vida y originalidad, y hacer que contribuyan activamente a las ventas.

Evita llamadas a la acción aburridas y que no dan resultados. Si quieres convertir, inspírate en estos 4 ejemplos de llamadas a la acción que convierten.

Parece que todo el mundo quiere ser Airbnb. Hay miles de páginas que se inspiran en la forma de hacer las cosas de este site y si eso sucede será por algo. Si le damos un vistazo a la home page vemos que han logrado darle apariencia de fácil a algo que, en realidad, es bastante complicado. Y es que pese a que encontramos above the fold 3 botones diferentes, los 3 tienen sentido y están dirigidos a 3 tareas distintas para el usuario:

• Convertirse en anfitrión
• Saber más acerca del funcionamiento de la plataforma
• Buscar casa, la tarea principal (por eso esta llamada a la acción está en rojo)

En relación a este último punto cabe destacar que no se han empleado artificios ni frases ocurrentes, sólo la acción concreta y la función del botón.

Nos detendremos en el botón “Conviértete en anfitrión” por ser el más interesante. Sencillo y directo, con un texto imperativo, cercano (tuteando al usuario) y haciendo un buen uso del lenguaje al utilizar el término “anfitrión”, que tiene unas connotaciones mucho más positivas y más en línea con el espíritu de Airbnb que “casero”, “arrendador”, “propietario” o similar.

Lo más interesante de este botón está en su comportamiento. Una vez que la llamada a la acción te ha interesado lo suficiente como para que quieras saber más, sólo con pasar el puntero sobre el botón se produce la magia con un pequeño desplegable que te da una información difícil de olvidar, porque es en sí misma una propuesta comercial:

“Podrías ganar X€ a la semana si compartieras tu casa en [ciudad]. Conviértete en anfitrión.”

Se trata de un texto concreto, tentador, que usa el condicional con lo que no resulta agresivo. Es aparentemente inocente, sólo te da una información, pero es una información que fijará en tu mente la idea de convertirte en anfitrión. Un ejemplo de cómo el copywriting puede ayudarte a crear llamadas a la acción que convierten.

Siempre es buena idea fijarse en los profesionales de la conversión a la hora de pensar en nuestras llamadas a la acción. Crazy Egg, para el que no lo conozca, es una herramienta que permite hacer mapas de calor de un site trazando la actividad de los usuarios. Se trata de un servicio al que ya pusimos como ejemplo en nuestro post sobre mejoras de copywriting para optimizar las conversiones, y hoy repetimos porque su CTA es de los mejores que hay.

En la página de inicio de Crazy Egg han optado por ofrecer un período de prueba de 60 días o 25.000 usuarios analizados… pero no lo dicen así. En lugar de un botón que diga “Empezar la prueba” o “Pruébanos gratis 60 días” han optado por algo mucho más inteligente: “Show Me My Heatmap”, es decir, “Enséñame mi mapa de calor”.

Con un texto así se le da la vuelta a la propuesta comercial: no es la marca quien ofrece algo de interés al usuario, sino el usuario quien reclama a la marca algo que es de su interés. Y no sólo de su interés, sino que le pertenece, que ya es suyo por derecho propio antes de existir. La marca sólo pone los medios para que el cliente pueda reclamar lo que es suyo. Con esta llamada a la acción, casi es imposible resistirse a la tentación de saber en qué lugares de nuestro site han hecho clic nuestros usuarios.

De nuevo un excelente ejemplo de cómo un buen texto puede ser crucial a la hora de crear llamadas a la acción que convierten.

Neil Patel es un consultor de marketing y SEO muy reconocido en el mundo digital. En este caso no nos centraremos en su página de inicio, aunque siempre es recomendable ver lo que hace también allí, especialmente en materia de copywriting. En este caso vamos a ver como Neil Patel potencia una de sus virtudes y consigue registros para sus webinars sobre adquisición de tráfico. Este es el blog:

Si te fijas en el sidebar apreciarás un banner con un enorme botón naranja. Es cierto que el texto que incluye puede resultar un poco demasiado largo, pero la efectividad de este CTA viene dada por cómo interactúa con el resto de los textos del formulario. El resto del texto pasa de la exposición de un beneficio cuantificable (conseguir 100.000 visitas mensuales) a poner al alcance del usuario ese beneficio (“tú también puedes hacerlo”).

Con un trabajo tan interesante de redacción, es indispensable acertar con la llamada a la acción del botón. Para ello volvemos a ver que se pasa el testigo de la acción al interesado en la conversión, el usuario no tiene que hacer nada más que reclamar lo que es suyo: “Envíame lecciones”. No se le dice “Suscribirme”, “Asistir al webinar” o “Apuntarme al curso”. Eso son llamadas a la acción estándar, aburridas, muy claras pero que no se centran en el beneficio. ¿Qué voy a obtener si hago clic en el botón? Voy a obtener lecciones de captación de tráfico. Así que lo mejor es decirlo claramente.

No podíamos olvidarnos de uno de los clásicos de las llamadas a la acción: las campañas de email marketing. Para cerrar este post te traemos un ejemplo muy sencillo. En este caso se trata de una campaña de Minube en la que tratan de generar un estado de ánimo y una acción acorde. 

El titular va directo a la línea de flotación de los viajeros habituales y además introduce una cierta urgencia: “Todavía te puedes pegar un viajecito” porque aún “te da tiempo”, como dando a entender que en septiembre todavía es verano y aún te da tiempo de disfrutar de unas mini-vacaciones, pero que ya más tarde no va a poder ser.

El texto de la llamada a la acción es consistente con la línea general. Es desenfadado, tiene matices aspiracionales y se mimetiza a la perfección con la acción sugerida: “Al agua”, que hace referencia tanto al chapuzón que el usuario se va a dar cuando “se pegue el viajecito” como a la idea de sumergirse en las fotos de playas de la Costa Daurada que va a encontrar en Minube si hace clic en la llamada a la acción.

Y hasta aquí los 4 ejemplos de llamadas a la acción que convierten. Ya has visto la importancia que tienen los textos en la efectividad de un CTA, así como su color, su situación con respecto al resto de elementos y su coherencia con el tono y la personalidad de la marca.

Y tú, ¿cómo solucionas tus llamadas a la acción? ¿Empleas trucos distintos a estos? Si es así, no dudes en compartirlo en los comentarios. Anímate a probar nuevas fórmulas de interpelación que sitúen al usuario en el centro de la acción, ¡verás lo bien que funcionan!

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