NFTs: ¿una oportunidad para el eCommerce? (1)
Miguel Nicolás
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Todo se mueve a una velocidad de vértigo, y por eso mismo cabe preguntarse si los NFTs son una anécdota o realmente tienen potencial en el comercio electrónico.
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Una de las características en las que destaca el comercio online por encima del retail clásico es, precisamente, su capacidad casi infinita de adaptación. Hay cosas que, simplemente, parece una locura plantearse offline, pero que son más que viables digitalmente.
Seguramente, uno de los mejores ejemplos que se pueden poner en la actualidad es el de los NFTs (Non Fungible Tokens), productos principalmente intangibles pero que tienen un valor económico real.
¿Has oído hablar de ellos? ¿Quieres saber más? Pues solo tienes que seguir leyendo.
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¿Qué son los NFTs?
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Si no tienes unas nociones previas, puede que ni el nombre ni las siglas te aclaren demasiado. Se trata de activos exclusivamente digitales o tokenizados para serlo que pueden ser comercializados o, para ser más precisos, su propiedad puede ser puesta a la venta.
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Como decimos, una de las cualidades básicas de este tipo de bienes es que no son fungibles o, lo que es lo mismo, que no se gastan o consumen. Son activos que no se diferencian en nada entre otros idénticos entre sí. Es importante tener esto en cuenta para lo que vamos a comentar a continuación.
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NFTs como recurso
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El concepto parte de la base del coleccionismo más clásico, como la numismática o la filatelia –de hecho, también reciben el nombre de “cripto coleccionables”–, y se enriquece con la tecnología blockchain que hay detrás de las criptomonedas.
¿Cómo se vinculan dos cosas tan dispares?
Empecemos por los coleccionables. Las monedas o los sellos tienen un valor intrínseco y otro más subjetivo. Este último es en realidad el más interesante desde el punto de vista del coleccionista, y se adquiere en función de lo raro que sea el objeto, su diseño o cualquier otra particularidad que lo haga único, incluso aunque corresponda a una serie.
Un dólar de plata norteamericano de 1921 no vale un dólar, en realidad puede comprarse por 100 y su valor sigue aumentando con el paso del tiempo. Si, además, es una unidad correspondiente a una emisión con un error de acuñación, su valor se multiplica exponencialmente.
Ahora entra en juego el blockchain. Hasta hace relativamente poco, producir bienes digitales tenía un coste nulo, pero con la irrupción del Bitcoin y las criptomonedas, todo esto sufrió un giro al incorporarse el concepto de “escasez digital”.
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El problema de un bien digital es que es un contenido que se puede replicar exponencialmente sin límite, lo que implica que, al existir esa abundancia, su valor teórico tiende a ser cero.
¿Qué ocurre en el momento en que se le da un valor único y un título de propiedad? Pues que ese producto recupera su valor de manera inmediata. Incluso aunque se copie y se replique, nadie puede despojar al titular de su derecho. Como decíamos, es no fungible.
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Características de los NFTs
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Hemos insistido ya en su carácter coleccionable, en su valor y su ausencia de fungibilidad, pero hay otros aspectos importantes que debes conocer:
- Son verificables: la propiedad sobre uno de estos activos se puede demostrar fácilmente. Existe un registro histórico que permite trazar desde la autoría a los diferentes titulares.
- Son indestructibles: ventajas de la tecnología descentralizada y los blockchains. Si compras un NFT será tuyo y nadie podrá eliminarlo o alterar la propiedad del mismo.
- No son “licencias”: cuando adquieres uno de estos bienes digitales, lo estás comprando, se convierte en tu propiedad. No es lo mismo que pagar por una copia digital de una película o una canción, por poner un ejemplo, ya que no es una licencia o autorización de uso.
- Son indivisibles: cada NFT es una unidad infraccionable. No se puede comprar parcialmente, como sí ocurre con las criptomonedas, como los Bitcoins.
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Ejemplos de su uso
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Ya hemos dicho que se consideran coleccionables, con lo que hay dos grandes áreas en las que tienen aplicación: el gaming y el arte.
En la industria de los videojuegos vemos cómo se pueden convertir en este tipo de recursos determinados elementos que mejoran o potencian la experiencia. Vehículos, armas, personalizaciones… los usuarios están dispuestos a pagar por ellos (cada vez más).
Existen también juegos en los que se pueden comprar personajes con diferentes precios en función de su exclusividad. Por ejemplo, plataformas como Cryptokitties, en la que adquieres, potencias (casi como la minería de monedas) y vendes gatitos virtuales.
Propiedades en mundos virtuales como Decentreland. Al igual que en la realidad no digital, podemos adquirir la propiedad de una determinada parcela con la que podemos comerciar después vendiéndola, alquilándola o, por qué no, utilizándola para poner publicidad.
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También hablábamos de obras de arte, ya que podemos conseguir la propiedad de una obra digital o, incluso, se puede tokenizar una obra física para que podamos comprarla digitalmente con plenos derechos sobre ella.
Estos son algunos casos, pero cada vez se va avanzando más y más. Por lo que van a surgir muchas posibilidades para el eCommerce alrededor de los NFTs, nuevos nichos y más clientes potenciales para productos con un coste de producción menor y sin gastos logísticos.
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¿Quieres saber cómo se venden y se venderán los NFTs? Pues presta atención a nuestro próximo post.
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Imágenes | Unsplash.