Notificaciones push: cómo usarlas para maximizar ventas

Toda forma de comunicación directa con el cliente que sea capaz de visibilizar un mensaje debe ser, como mínimo, valorada. La cuota de atención del cliente cada vez está más repartida, y los métodos más o menos pasivos pueden no resultar tan efectivos.

Así las cosas... ¿por qué no dar una oportunidad a las notificaciones push?

Se trata de mensajes que el usuario recibe pero cuya petición tiene origen en el servidor. Por decirlo de otra forma, son notificaciones que no suceden como respuesta a una acción del usuario, sino que se envían a través de una aplicación a criterio de un tercero.

El mejor ejemplo –por ser el más habitual– es el de las típicas ventanas emergentes que nos informan de cualquier novedad relacionada con una aplicación del móvil. Puede ser desde un mensaje de chat a un cambio de estado referente a un pedido realizado en un eCommerce, pasando, por supuesto, por cualquier tipo de promoción.

Antes de entrar en los usos de las notificaciones push para maximizar ventas, es importante hacer un matiz en referencia a los dispositivos y canales que permiten su uso.

Desde hace algún tiempo, estos push no son exclusivos ni de aplicaciones ni de dispositivos móviles: también existen las llamadas notificaciones push de navegador, que llevan esa funcionalidad a la navegación fuera de las apps.

Debemos hacer una segmentación de clientes lo más precisa posible para sacar un mayor rendimiento a estos mensajes. En este sentido, no es muy diferente a lo que hacemos con el email marketing. 

También debemos elegir con mucho cuidado el momento en que disparamos las notificaciones y el lugar desde el que lo hacemos.

Esto viene en gran medida determinado por el contenido del mensaje. No es lo mismo una promoción puntual de amplia cobertura que un mensaje basado en el contexto y las acciones del usuario.

Asimismo, las notificaciones funcionan como un enlace, así que es importante que la landing page a la que nos dirigen esté alineada con el mensaje, manteniendo una coherencia mínima.

Ahora que tenemos claro lo que son, vamos a entrar en el modo estratégico en que podemos utilizarlas para incrementar la conversión en general y lograr mejorar los KPIs. Estos ejemplos te pueden resultar de aplicación en tu estrategia.

Ya hemos hablado en este blog más de una vez de lo rentable que es reducir la tasas de abandono de carritos en eCommerce.

A las herramientas que ya conocemos, vamos a sumar las notificaciones de este tipo. El simple hecho de agregar un producto al carro demuestra que ese usuario ha avanzado notablemente en el Customer Journey, así que recordarle que tiene artículos listos para la compra con este método poco invasivo y en un entorno de compra funciona muy bien.

Ese cambio de estatus en la navegación no solo es importante porque acerca más al cliente a la compra (que ya es bastante relevante): hay otro motivo de peso para preferir que los visitantes naveguen como clientes.

Las notificaciones push pueden utilizarse en base al histórico de navegación o compra de un cliente concreto, con lo que la efectividad de una recomendación gana muchos enteros en términos de relevancia.

El punto anterior nos lleva directamente a la función promocional de las notificaciones push.

Podemos comunicar al usuario las últimas novedades en nuestro catálogo o una oferta puntual como, por ejemplo, los gastos de envío gratuitos en un periodo concreto. Esas ofertas también se pueden basar, como decíamos, en su wishlist o en compras anteriores; de este modo tendremos más probabilidades de éxito.

Esta es un buena forma de hacer que dos tácticas y herramientas diferentes trabajen de manera combinada. La sinergia entre notificaciones push y envío de email marketing es muy provechosa.

A veces nos puede costar un poco conseguir bases de datos con la suficiente masa crítica como para hacer segmentaciones relevantes y acciones rentables. De este modo, podemos hacer crecer las listas y, consecuentemente, el alcance estratégico.

Las notificaciones push no dejan de tener sentido en el momento en que se produce la venta: aún podemos sacarles algo más de jugo dándole un servicio añadido al cliente.

Un simple mensaje emergente notificándole que el pedido está listo para enviar y facilitándole el enlace a nuestro servicio de logística para que haga el seguimiento puede ser un pequeño valor añadido.

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