Cómo pasar de tienda física a tienda online

Con la expansión del comercio electrónico, cada vez son más los comercios que quieren entrar en la era digital. Y no sólo con una web corporativa, sino con una tienda online. Año tras año, las cifras de volumen de negocio en el canal online crecen y crecen, y lo mismo sucede con el Mobile Commerce y el Social Commerce.

El paso de una tienda física a una tienda online es un proceso muy interesante y, aunque debe hacerse siempre atendiendo a criterios estratégicos, suele ser una muy buena forma de optimizar los recursos de cualquier empresa.

Eso sí: antes de entrar en harina nos gustaría aportar un matiz en el propio asunto del post. Aunque prácticamente todas las recomendaciones son aplicables, existen 2 casuísticas muy diferenciadas:

• La tienda física que quiere añadir el canal online a su estrategia general de marketing-ventas, haciendo la transición a lo que se llama click and mortar. Un término que no significa más que la combinación en la estrategia de ventas de una tienda física y una tienda online.

• La tienda física que quiere migrar su estrategia y modelo de negocio a un enfoque 100% online (que no es tan habitual pero también se da con relativa frecuencia).
  

En ambos casos, abrir un eCommerce supone ampliar la cobertura del negocio, ampliar las potenciales fuentes de ingresos, modificar el alcance llegando a nuevas áreas geográficas...

También implica adaptarse a los requerimientos de las nuevas estrategias y tácticas con una tienda online que sea el centro de las acciones desarrolladas nativamente en Internet (SEO, PPC, Social Media, email marketing…).

Las diferencias vienen de que un click and mortar tiene como objetivo un desarrollo sinérgico en el que las estrategias online y offline se complementan y retroalimentan e, idealmente, terminan por ofrecer un entorno omnicanal para el cliente (que no te asuste la palabreja: ofrecer una estrategia omnicanal es posible incluso para empresas pequeñas).

Por su parte, una tienda que realiza una migración en su modelo de negocio suele hacerlo buscando la mayor optimización de costes posible. Es decir, centrándose en lo que les da de comer y dejando de lado al resto.

Es cierto que, si partes de una tienda física establecida, ya tendrás este asunto bastante claro. Pero tienes que tener en cuenta que, desde el momento en el que abres un nuevo canal, el control del stock se complica.

Si un ERP (software para la gestión de recursos empresariales y stock) siempre es una buena idea, en este caso es algo a valorar muy seriamente. Es la mejor forma de tener unificados pedidos, stocks, incidencias, logística… entre tu tienda física y tu tienda online.

Si vas a pasar de tienda física a tienda online de manera exclusiva, tu duda puede venir por otra vía típica: ¿compro stock propio o hago dropshipping?

Desde luego que contar con un stock siempre acarrea más gastos, a nivel, por ejemplo, de infraestructura y logística. A cambio, tendremos un mayor control sobre el proceso de compra y sobre el producto (y en consecuencia sobre la experiencia del cliente) que si optamos por el dropshipping.

Al final tú tienes la última palabra. Quizá, llegados a este punto, te viene bien repasar las ventajas e inconvenientes del dropshipping.

Mención especial merece el apartado de logística que, por decirlo de alguna forma, se descentraliza y se atomiza. Pasas de recibir todos los pedidos en tu almacén y de venderlos en un mismo sitio (tu tienda física) a tener que distribuir y entregar en múltiples puntos.

Al principio del comercio electrónico, uno de los mayores frenos que se encontraba cualquier emprendedor era la creación de su tienda online.

O bien se metía en farragosos CMS que no llegaba a controlar si no les dedicaba una gran cantidad de horas y formación, o bien invertía en un equipo de desarrollo (interno o externo) que fuera capaz de trasladar la idea con solvencia a la web.

Conscientes de lo que suponía esa curva de aprendizaje y/o la inversión económica que llevaba aparejado el lanzamiento de un eCommerce, en Oleoshop lanzamos una solución en la nube intuitiva e integral para que cualquiera con una buena idea de negocio pudiera disponer de su propia tienda online.

Además de un eCommerce, de manera complementaria, debes preguntarte si vas a utilizar marketplaces en tu estrategia.

Te guste más o menos, vas a tener que invertir en la capacitación de tus empleados o, incluso, contratar perfiles específicos.

Ya hemos comentado que te recomendaríamos utilizar herramientas como un ERP o un CMS. Pero aunque prefieras no recurrir a estas herramientas, la gestión de la tienda online requiere de un conocimiento mínimo del entorno web.

Es lo mejor y lo peor de entrar en una fase de transformación tecnológica. Lo que hacías hasta ahora para captar público ya no es efectivo, o al menos no sirve en el mundo online.

Si te lanzas a pasar de tienda física a tienda online, pasarás también de una estrategia exclusivamente centrada en lo local a una mucho más amplia.

Necesitarás optimizar tu página para SEO de manera que te garantices una buena fuente de tráfico orgánico, PPC para promocionarte en buscadores y redes sociales, email marketing, gestión de redes sociales, fidelización…

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