5 prácticas en vacaciones que te perjudican

Ahora que has conseguido arreglártelas para tener unas vacaciones incluso siendo emprendedor, no tiene sentido arrastrar contigo todos esos malos hábitos adquiridos después de tantos meses de trabajo.

Este periodo va a requerir de una cierta desintoxicación y un cambio de mentalidad. Si no lo haces, corres el riesgo de convertir lo que debería ser un descanso en un motivo de estrés e insatisfacción adicional, con lo que vas a conseguir exactamente lo contrario de lo que buscabas.

Vas a ver que son cosas sencillas en las que puedes estar cayendo casi sin darte cuenta. Parecen insignificantes, pero su efecto es mucho mayor de lo que podría suponerse, y terminas por pagarlo cuando acaban tus días libres. Discutirás con tu entorno y no descansarás… pero lo peor es que tampoco sacarás trabajo.

Seguramente esto sea lo que más te va a costar porque, al final, el móvil no solo es una herramienta de trabajo. Estos dispositivos se utilizan de manera transversal en nuestro día a día. 

Durante las vacaciones son nuestra cámara de fotos, GPS, traductor… por eso recurrimos frecuentemente a ellos. El problema es que, ya que estamos, solemos aprovechar para mirar el correo o hacer seguimiento de una conversación o una tarea.

Si te vas una semana, puedes prescindir del email. Prueba a desconectar la cuenta de la aplicación. Al principio te genera algo de ansiedad, pero vas a descansar de verdad en cuanto dejen de entrar notificaciones.

Aunque es cierto que el cuerpo parece tener memoria (los ritmos circadianos, por ejemplo), debes tratar de dormir todas las horas necesarias. Esta es una de las mejores terapias posibles contra el agotamiento y el estrés, además de ser uno de los pilares del autocuidado. 

Ponerte el despertador a la misma hora de todos los días puede darte un par de horas para trabajar antes de tener a toda la familia lista para salir de excursión, pero no vas a mantener el nivel de energía: estarás irritable y cansado.

Si desde el primer momento estás preocupado por encontrar un hotel con una buena conexión a Internet, o una casa rural monísima en una aldea pero con cobertura y un espacio para ponerte con el portátil, en realidad estás presentando una auténtica declaración de intenciones. 

Entiendo que puede no sonar realista la idea de una desconexión total y que vas a necesitar en algún momento atender cuestiones profesionales. Pero en realidad son muchas menos cuestiones de las que consideramos imprescindibles y las realmente urgentes se pueden resolver por teléfono.

Prioriza el descanso sobre el trabajo. Son solo unos días y te van a servir para cargar las pilas de verdad.

Para un momento, por favor. Entiendo perfectamente que el periodo vacacional es particularmente fértil en cuanto a ideas de negocio, soluciones para reorganizar, cambios de gestión, nuevas oportunidades… La cabeza del emprendedor no para nunca.

Otra cosa es que, movido por esa hiperactividad, te lances directamente a implementar todas esas ideas. Simplemente no es el momento, deja que maduren, báñate en la piscina o tómate un refresco al sol. La vuelta al trabajo está mucho más cerca de lo que parece y entonces tendrás tiempo para hacerlo.

Al final las 5 prácticas en vacaciones que te perjudican se pueden resumir en esta última. Vivir mentalmente en modo trabajo implica que cualquier otra actividad que vayas a desarrollar en estos días parece una interrupción en tu vida laboral, con todo lo que eso implica y el efecto que tiene en nuestro carácter.

Tienes que verlo de manera totalmente opuesta ya que, en realidad, cualquier rato que le dediques al trabajo se lo estás quitando a tu familia, tus amigos y, en definitiva, a ti mismo.

Haz ese esfuerzo: desconecta el móvil, aprende a delegar, aplaza las tareas que no sean imprescindibles y disfruta de un descanso más que merecido. No te sientas culpable por ello porque, si lo consigues hacer bien, tu productividad será mucho mayor el resto del año.