Probadores virtuales: ¿son realmente útiles?

Los probadores virtuales: ese ingenio que parece salido de las películas de ciencia ficción que triunfaban en los 90. Lo cierto es que son una realidad que pueden ayudar de manera determinante a los negocios del sector de la moda (tanto en el canal online como en el offline).

La definición no deja lugar a dudas, parece obvio que nos referimos a cualquier tecnología que nos permita experimentar la sensación de interactuar con un producto sin establecer un contacto físico. 

La Realidad Aumentada y su capacidad para incorporar a entornos reales elementos de síntesis generados digitalmente, fue desde el inicio una tecnología que podía prestarse muy bien a esta integración con el comercio (electrónico o no).

Hay un determinado número de personas que odian probarse la ropa y son muchos más de los que nos imaginamos. Esto, que es una elección personal, supone un cierto engorro para el retail porque acaba muchas veces en una mala experiencia de usuario (por mucho que se la haya buscado uno mismo) o devoluciones y cambios perfectamente evitables. 

Si esto es un problema para el retail (obsesionado por encontrar novedades que funcionen en el punto de venta), para el eCommerce sube unos cuantos grados en cuanto a dificultades añadidas. En este caso, aunque el cliente quiera no puede probarse ningún artículo por motivos obvios así que nos encontramos con la logística inversa, las devoluciones y, de nuevo, la mala experiencia de compra para el cliente. 

¿Cómo lo solucionan los eCommerce? Pues por lo general, lo que hacen es utilizar un sistema poco avanzado pero que, al menos, sirve de referencia: una tabla con medidas de cada parte del cuerpo y su correspondencia en tallas.

Claro que esto puede hacerse de una manera bastante aproximada cuando se habla de calzado, pero: ¿cómo lo resuelven los fabricantes de moda textil? 

Una buena solución, aunque no excesivamente científica dada la subjetividad habitual del público, es invitar a los clientes a que cuenten cuál es su sensación y cómo aprecian que les queda la prenda.  Así lo hace, por ejemplo, Rei:

Ese deslizador bajo la media de la calificación, nos indica de una manera muy visual y clara que este pantalón queda un poco más pequeño de lo que los usuarios consideran perfecto. 

Es una buena forma de generar contenido a través del usuario y reforzar la prueba social, pero estaremos de acuerdo en que no es tampoco la solución óptima.

Si queremos una forma de resolver lo mejor posible la situación, puede ser interesante confiar en la tecnología más avanzada. 

Sin involucrar todavía a la realidad virtual, podemos encontrar empresas que han desarrollado algunas alternativas realmente ingeniosas pero que, en muchos casos, sigue implicando que sea el cliente el que vaya a buscar un metro para medirse. 

Podemos ver, por ejemplo, cómo lo hace el software de Sizebay que, según sus creadores, hace que el ticket medio se eleve hasta un 15% y se reduzca en un 10% la tasa de devoluciones. Además de introducir la estatura y el peso, tenemos la opción de jugar con las proporciones.

Es un paso más allá, no llega a la complejidad técnica de otras soluciones, pero es mucho más eficiente que otras alternativas clásicas. 

En esta categoría entrarían otros software disponibles en el mercado como Virtusize, cuyo punto más fuerte es poder comparar “superponiendo” un producto con otro que hayas comprado previamente en esa misma tienda (y por lo tanto, ya sabes cómo te sienta).

Esta es la auténtica revolución y, seguramente, en lo que estabas pensando al leer el título del post (como ves da para más de lo que parecía). 

La Realidad Aumentada es una herramienta potentísima tanto para los retailers como para el eCommerce. Los primeros pueden encontrar en el mercado distintas alternativas, algunos tipos de kioskos e implementaciones basadas en pantallas. Una cámara captura nuestra imagen y superpone la de la prenda que nos queremos probar sin tener que cambiarnos, además la ropa acompaña nuestro cuerpo gracias a sensores de movimiento. Un buen ejemplo es este espejo digital de SenseMi:

A nivel de eCommerce también hay algunos avances muy interesantes. Marcas como GAP incorporan a través de su App un probador virtual que no está depurado del todo (básicamente se limita a mostrar en pantalla un maniquí con nuestras medidas). 

Amazon parece que está poniendo toda la carne en el asador con el asunto así que pronto puede haber noticias en este sentido, al menos si atendemos a ciertas patentes registradas por este marketplace recientemente encaminadas a utilizar un espejo inteligente.

Los beneficios de utilizar probadores virtuales van más allá de la ropa, algunas marcas de cosmética y complementos también han encontrado acomodo para esta tecnología en su estrategia. 

Un buen ejemplo de esto que os comento es Sephora (muy a tener en cuenta todo lo que hace esta compañía en tecnología como el uso que hace de los chatbots). Su App te permite probarte casi en tu propia piel su gama de maquillajes y distintos colores, además puedes sacarte una foto para luego compararla con otro diferente. 

También hace tiempo que vio este potencial la marca de gafas de sol Ray-Ban con su modelo virtual que puedes probar aquí gracias a la simple utilización de la webcam de tu ordenador.

Imágenes | Pexels y marcas enlazadas.