Quick Commerce: la revolución de la logística inmediata

El Q-Commerce o Quick Commerce no es una modalidad de comercio electrónico diferente a cualquier otra. La diferencia está en el modelo de negocio o, para ser más precisos, en cómo la logística se convierte en parte clave de la propuesta de valor y en una ventaja diferencial competitiva.

No es que sea algo realmente nuevo, pero sí es cierto que el término se ha acuñado recientemente, por eso merece la pena explicarlo.

Se trata de aquellos negocios, habitualmente basados en productos de conveniencia o consumo inmediato, que realizan entregas casi en el momento a domicilio y se gestionan íntegramente a través de Internet para dar un servicio local.

Como puedes imaginar, el Q-Commerce bebe directamente del modelo delivery de la comida a domicilio. A nadie sorprende a estas alturas pedir una pizza por teléfono y que nos la entreguen en menos de una hora. Entonces, ¿por qué no trasladar esa capacidad a otro tipo de productos o servicios?

El eCommerce va reduciendo los plazos de entrega a marchas forzadas; grandes marketplaces y tiendas online son capaces de entregar en el mismo día o en cuestión de horas. Esto no es un capricho de las marcas: en realidad obedece a una de las motivaciones de compra más recurrentes por parte de los usuarios: la inmediatez del aquí y ahora.

A veces es un poco complicado etiquetar tendencias en el mundo de los negocios. Aún así, hay algunas características que parecen muy claras:

• Entrega en una hora o menos: cuando decimos que es quick, no hablamos de 24 horas. Eso es poco menos que un estándar.
• Foco en lo local: está claro que, por muy potente que sea la logística, el radio de entrega se ve necesariamente limitado a la proximidad.
• Conveniencia: como es lógico, también los pedidos que se reciben son de consumo instantáneo. Prima la necesidad ante la apetencia.
• Disponibilidad: no todos tenemos la posibilidad de contar con un stock disponible para entrega inmediata. Por eso, muchos de estos eCommerce del Q-Commerce son más proveedores de servicios que tiendas al uso. Hacen la compra y la entregan, cobrando por la gestión más que por el producto en sí. 

Como ya apuntábamos, el Quick Commerce está orientado a un tipo bastante específico de producto para el que realmente tiene sentido que se haga una entrega inmediata.

El mejor ejemplo es el de los supermercados online y toda su gama de consumibles, frescos o no: alimentación, cosmética, limpieza, regalos, juguetes… Aquellas cosas que antes comprábamos de paso en cualquier momento antes de que el coronavirus transformase el eCommerce.

También podemos sumar a esto otras categorías y nichos que han crecido con motivo de la pandemia. El teletrabajo ha creado nuevas necesidades que deben ser resueltas a toda velocidad en material de oficina, consumibles, dispositivos electrónicos…

De ahí que hayan florecido negocios como Gorillas o el archiconocido Glovo, que gestionan las compras en establecimientos de terceros y aportan la entrega en tiempo récord.

También podríamos incluir en la categoría del Quick-Commerce a Amazon Prime Now, que utiliza su gigantesca red logística en algunas ciudades para servir determinados productos –en este caso de su propio stock– con tiempos de entrega de una hora o por debajo.

El COVID está siendo un drama social y económico, eso es indudable. Nos ha transformado radicalmente, cambiando nuestra forma de interactuar con el mundo, nuestras relaciones y, por supuesto, nuestra forma de comprar.

El eCommerce ha experimentado un auge espectacular en los últimos meses. Los usuarios que ya eran habituales han incrementado sus pedidos, y aquellos que aún se mostraban reticentes han terminado por sumarse a la tendencia de comprar online.

Seguramente por eso tiene más sentido que nunca ofrecer a nuestros clientes la posibilidad de comprar esos productos que hasta ahora muchos no se plantearían adquirir por Internet. El público ha entendido que esto funciona y es seguro a todos los niveles.

La seguridad es una de las claves de todo lo que tiene y tendrá que ver con el comercio en los próximos meses. Esta nueva forma de comprar se apoya en gran medida en el hecho de estar minimizando los riesgos: como empresa del Q-Commerce no solo vendemos o entregamos un producto, sino que nuestro valor añadido real es que representamos un ahorro de tiempo y generamos tranquilidad.

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