¿Qué es el streaming?
Laia Ordoñez
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Streaming significa reproducción digital multimedia a través de una red de ordenadores. El usuario accede al archivo o servicio en cuestión (un vídeo, un audio, un podcast, radio por internet, televisión por internet…) y lo consume a medida que se lo va descargando. Por lo tanto, la reproducción de dicho vídeo o audio es paralela a la descarga de la misma desde un servidor. Lo que percibe el usuario es que va consumiendo ese archivo mientras “está conectado” a la red.
Como contraposición al streaming, tenemos la descarga de archivos, en la que el usuario descarga primero el archivo que quiere escuchar o visionar (un mp3, mp4, avi…) y, posteriormente, lo reproduce en su ordenador, móvil o tablet. La descarga de archivos se diferencia del streaming en que el usuario no puede consumir el archivo hasta que se ha completado la descarga.
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Requerimientos técnicos del streaming
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El streaming requiere de una buena conexión a Internet para poder tener calidad de audio y vídeo y que la reproducción no se corte. La conexión debe ser, como mínimo, equivalente a la tasa de transmisión del servidor que está sirviendo ese audio o vídeo. Es por eso que, en muchos smartphones con conexiones lentas (3G, por ejemplo), algunos de los audios y vídeos tardan en cargarse y, por tanto, en empezarse a reproducir.
Ésta es la razón principal por la que páginas web como Youtube dan la opción al usuario de elegir la calidad del vídeo que se está reproduciendo, ya que al bajar la calidad del archivo, éste pesa menos y puede descargarse y empezar a reproducirse antes.
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Ventajas del streaming
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Una de las ventajas prácticas principales del streaming es que contribuye a evitar la piratería de archivos con copyright. Al consumirse el archivo en línea, se evita que los usuarios puedan descargar, modificar los archivos y subirlos a otro servidor para, por ejemplo, ganar dinero por su cuenta.
Otra ventaja es que evita la acumulación de bienes físicos en las casas y la necesidad de producción de esos bienes físicos por parte de las empresas. Hace unos años si alguien quería tener una película o un álbum musical, tenía que comprarlo en soporte físico, con el cúmulo de materiales que eso supone al cabo del tiempo. A la vez, las empresas tenían que invertir recursos en la producción y distribución física de esos soportes, con todos los gastos y contaminación que eso supone. Con el streaming se cambia el concepto de “tener” por el concepto de “acceder” al archivo.
El streaming es además más barato para todos y el consumo del archivo es inmediato y conveniente, ya que no hay que moverse de casa para consumirlo: basta con tener acceso a Internet.
Algunos de los servicios más conocidos de streaming son Youtube (streaming de vídeos), Spotify (streaming de música), Netflix (streaming de películas y series) o Apple TV (streaming de películas).