Voice Search: qué es la búsqueda por voz

A nuestro alrededor, el Internet of Things no para de extender sus tentáculos. Cada vez más, vamos a vivir rodeados de aparatos inteligentes y conectados que van a hacer cosas por nosotros con un simple comando de voz. 

Esto, que se ha dado en llamar Voice Search o búsqueda por voz, es otra de esas revoluciones clave que se dan en el entorno online y que ocurren progresivamente (aunque muy deprisa), hasta introducirse en nuestros hábitos cotidianos casi sin que nos demos cuenta. 

Hoy vamos a explicarte un poco mejor y a nivel general en qué consiste este avance tecnológico que sin duda va a marcar un antes y un después en los próximos años de manera transversal.

Siendo algo reduccionistas, podríamos definirlo como la posibilidad de utilizar un dispositivo capaz de registrar la voz humana (la tuya), interpretar órdenes de búsqueda a través de software (entender qué le estás pidiendo) y devolver resultados presentes en un motor de búsqueda (darte soluciones prácticas). 

Está claro que el crecimiento de esta tecnología va de la mano del registrado por el uso de dispositivos móviles. Hace no demasiados años, los equipos de escritorio o los portátiles dominaban las conexiones a Internet; pero ni ellos ni los motores de búsqueda estaban preparados para utilizar un interfaz basado en la voz. 

Los móviles fueron penetrando en el mercado, llevándonos a un mundo Mobile First. Y los que están detrás de los grandes buscadores se dieron cuenta de que el Voice Search podía aplicarse a ellos utilizando una característica nativa (y común a todos los teléfonos) como es el micrófono, y que ello les abría una gran cantidad de oportunidades. 

Google anunció esta característica en junio de 2011, integrándola tanto en la versión de escritorio como en su sistema operativo Android. Algo más de un año después, la aplicación de búsqueda para iOS hacía que la búsqueda por voz llegase también a los teléfonos de Apple.

Prácticamente en paralelo a los esfuerzos de Google por adaptar su buscador a la búsqueda por voz, Apple les ganaba la partida por un par de cuerpos en asistentes virtuales. 

Siri fue una auténtica revolución. Era como tener un “mayordomo” virtual que te permitía interactuar con el teléfono ejecutando consultas y acciones sencillas, pero algo nunca visto. 

Podíamos preguntarle por el tiempo, pedirle que hiciera una llamada a un contacto o saber los resultados deportivos del fin de semana sin tener que tocar el terminal. 

Seguramente la clave del éxito de Siri sobre el asistente de voz de Google esté en que fueron capaces de dotar a este asistente de una cierta personalidad y, además, lo hacía todo partiendo del teléfono. 

Por aquel entonces, el buscador por excelencia estaba empeñado en lanzar las famosas Google Glass: unas gafas conectadas que utilizaban la realidad aumentada y el reconocimiento de voz. 

Este dispositivo no caló pese a ser realmente interesante, tal vez por no estar la tecnología suficientemente depurada o, muy posiblemente, porque el mercado de los weareables estaba (y está aún) lejos de resultar maduro. 

Detrás de Siri vinieron muchísimos otros asistentes: Cortana en Windows (móviles y escritorio), Alexa de Amazon, Google Now, Bixby de Samsung…

Con el crecimiento de los dispositivos conectados y el Internet de las Cosas abriéndose camino en el mercado a través de multitud de gadgets y hardware, también lo hicieron los asistentes virtuales y, de su mano, el Voice Search. 

Lo encontramos en weareables como los relojes, tablets, Smart TVs, vehículos conectados… y, por supuesto, los altavoces inteligentes que son el paradigma del Voice Search en el hogar, especialmente por su capacidad para interactuar con otros dispositivos o gestionar la domótica. 

En este caso, y por segunda vez, Google vuelve a perder su posición de líder ante un competidor directo. No fue Apple sino Amazon el que dio primero en la diana del nicho de los altavoces inteligentes, y lo hizo con mucha fuerza. 

Amazon Echo veía la luz en noviembre de 2014 y venía para quedarse, siempre atento a nuestras necesidades: basta con decirle a Alexa lo que necesitas y de inmediato te pondrá esa canción, una película, te dirá el tiempo, la receta de los huevos Benedict o comprará pan de molde en Amazon.

Sólo en EEUU, donde fue lanzado originariamente, pasó en algo más de 2 años de algo más de un millón y medio a los 31 millones de dispositivos instalados. 

Aunque en el mercado han entrado competidores duros, como Google con su sistema Home o el Home Pod de Apple, la realidad a corto plazo es que Amazon tiene una posición de fuerza y está muy bien alineado con sus intereses en lo que se refiere al Voice Commerce que, junto al negocio publicitario, será el más lucrativo de esta nueva realidad. 

Habrá que ver si el gigante del eCommerce es capaz de mantener el cetro. Hay previsiones que dicen que lo tendrá difícil por la pujanza de Google y la atomización de los dispositivos capaces de realizar búsquedas por voz.

Hay muchas razones por las que los usuarios están mostrándole tanto amor a la búsqueda por voz. Algunas de las razones que hacen que nos decantemos por hablar a los dispositivos son: 

• Comodidad: teclear es siempre más incómodo que hablar, por muy habituados que estemos a ello.

• Complejidad de las consultas: al estar menos limitados en cuanto a palabras clave y mantener una estructura conversacional del discurso, podemos hacer búsquedas más complejas, con muchos matices y utilizando un lenguaje natural.

• Compatibilidad con otras actividades: el ejemplo más sencillo es el de ir conduciendo y activar el GPS introduciendo una dirección sólo a través de la palabra hablada. La interacción sin pantalla nos limita mucho menos. 

Estos 3 motivos son los principales, pero también hay que tener en cuenta que hay personas con necesidades especiales en el ámbito de la accesibilidad y otras para las que, simplemente, es más divertido hacerlo así. En realidad, existen tantos motivos como personas.